[dropcap]L[/dropcap]a Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la reducción de la contaminación del aire y del agua y la disminución del uso de las sustancias químicas evitaría una cuarta parte de las enfermedades, instando a todas las organizaciones a incluir la salud y el medioambiente en todos los debates y estrategias relativos al desarrollo sostenible.
Existen dos tipos de acciones fundamentales: las encaminadas a la preservación y mejora del medioambiente y las destinadas a conseguir un entorno laboral, familiar y social más saludable. La promoción de la salud y el cumplimiento de los requisitos de seguridad laboral ayudarán, entre otros aspectos, a conseguir lo que se ha dado en llamar “empresa saludable”, pero los compromisos han de ir más allá si queremos que la productividad se consiga mediante medidas que incentiven, al mismo tiempo, el desarrollo personal y la implicación de los trabajadores en los objetivos empresariales.
De una “empresa saludable” se espera horarios flexibles, promoción del deporte, participación en proyectos solidarios, un buen clima laboral, trabajar en equipo y planes de fomento de la salud. Así pues, como tal, se abre la puerta a una estrategia sostenible que beneficia al trabajador, al empresario y a la sociedad, pues mejora la salud de los trabajadores y disminuye la accidentabilidad y las enfermedades; aumenta la productividad empresarial y disminuye el absentismo laboral; mejora el clima laboral, la motivación y la participación; aumenta la retención de talento y disminuye la rotación de personal; mejora la imagen corporativa para los trabajadores, para las empresas y para la comunidad donde éstas se ubican; disminuye los costes sociales sanitarios, de seguridad social y de seguros, y contribuye a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos; mejora el medio ambiente, la contaminación, la accesibilidad a transportes y polígonos, la entrada a trabajos seguros.
“El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre (o mujer) contento”. (Víctor Pauchet)
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Heal thy environment: a sustainable path
[dropcap]T[/dropcap]he World Health Organization (WHO) has indicated that reducing air and water pollution and reducing the use of chemical substances would prevent a quarter of diseases, urging all organizations to include health and environment in all debates and strategies related to sustainable development.
There are two types of fundamental actions: those aimed at preserving and improving the environment and those aimed at achieving a healthier work, family and social environment. The promotion of health and compliance with the requirements of job security will help, among other things, to achieve what has been called «healthy business«, but the commitments have to go further if we want productivity to be achieved through measures that encourage, at the same time, the personal development and the implication of the workers in the business objectives.
From a «healthy company«, we expect flexible schedules, sports promotion, participation in solidarity projects, a good working environment, teamwork and health promotion plans. Thus, as such, the door opens to a sustainable strategy that benefits the worker, the employer and society, as it improves the health of workers and reduces accidents and illnesses; increases business productivity and decreases work absenteeism; improves the work climate, motivation and participation; increases talent retention and decreases staff turnover; improves the corporate image for workers, for companies and for the community where they are located; it reduces the social costs of health, social security and insurance, and contributes to the improvement of the quality of life of citizens; improves the environment, pollution, accessibility to transport and polygons, entry to safe jobs.
“The most productive work is that which comes out of the hands of a happy man (or woman)”. (Victor Pauchet).
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