1-Mujer y amor: Una mujer trabajadora quiere decir alguien que no sólo trabaja por amor o para que la amen, sino alguien que trabaja para el orden del deseo humano, pues sabemos que no hay mal de amores sino mal del deseo. El deseo siempre transcurre entre palabras, entre él, ella y el mundo, mientras que el amor es siempre a uno mismo.
2- Mujer y dinero Trabajar incluye pensar el dinero y eso está más prohibido para la mujer que pensar el sexo. Por eso que la inclusión de la mujer es tan dificultosa, produciéndose una situación donde se podría interpretar que la necesidad social de incluir a la mujer en el trabajo ha hecho que se pague menos a la mujer para que pueda trabajar sin quedar manchada por el dinero. Por eso que la historia de la mujer no es la historia de su incorporación masiva al trabajo, sino la historia de la palabra mujer.
3– Mujer y trabajos en proyectos Por eso que el ser humano necesita algo más que la acumulación de bienes de consumo, ya que si no hay ideas y proyectos, ¿dónde queda lo humano? Podríamos pensar en transformar la ilusión en proyecto, la motivación en trabajo, el prejuicio en discriminación, y sumar la diferencia?
4- Mujer, derechos y deberes Desde la llegada de los Derechos Humanos fue un paso atrás para la mujer, porque pasó a reivindicar sus derechos o bien a esperar que le fueran concedidos, es decir que la idea de derecho sin trabajo invadió este siglo con una despedida del deber.
Y el deber se llevó la deuda simbólica, esa deuda que sólo se paga produciéndola.
5– Mujer y psicoanálisis Esta vez el psicoanálisis es el que trae una nueva manera de pensar, también a la mujer, y le propone que hablar sea lo diferente. Ser mujer es una frase, es un decir, pero también ser mujer es una producción y una construcción, no se nace mujer se hace mujer.
6- Mujer y familia: a la mujer le toca entrar en el mundo de la reproducción sin tener que elegir entre producir y reproducir, pues la reproducción es un mandato de la especie.
7- Mujer y el sexo: ahora a la mujer se le permite lugar pero dudo que existan otros lugares que el diván de un psicoanalista donde se le permita libremente hablar de ese goce sin ser cuestionada.
8- Mujer y hombre: Dos posiciones más allá de lo biológico, son dos posiciones en el lenguaje.
M.CARMEN GARCIA MATEOS
Psicóloga-psicoanalista 6518312
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