[dropcap]H[/dropcap]abía un viejo chiste de un señor al que siempre le pedían que transmitiera las malas noticias. Para aliviar el golpe, empleaba una técnica infalible: hinchaba hasta niveles indecibles la magnitud del desastre comunicado (por ejemplo: “se ha muerto tu familia entera en un incendio”, para rápidamente añadir, mientras el destinatario de la noticia estaba sumido en la desesperación: “Que no, hombre, que no, que solo ha sido tu padre”.
Como un más que fiable indicador de los sótanos en que anda la cultura nacional, ahora el señor del chiste suele ser un ministro del Gobierno de la Nación. Vamos a hacer una Ley de represión que va a contemplar 60 nuevos delitos contra manifestantes y protestones, y a poner multas de un millón de euros. Que no, hombre, que no, que solo son 47 delitos y multas de 300.000. Vamos a hacer una Ley del aborto que impedirá interrumpir los embarazos incluso en los casos de malformaciones incompatibles con la vida. Que no, hombre que no, que solo van a ser todos los demás.
[pull_quote_left]Es una de las técnicas más viejas del mundo, y tiene un nombre muy corto: Mentira. Con ella nos metieron en una guerra, con ella nos quisieron colar un embuste en medio de una tragedia nacional, y con ella nos siguen engañando. Va siendo hora de no dejarse engañar más[/pull_quote_left]El otro día dijo el Ministro de Hacienda que las comunidades autónomas le han pedido que aplique 255 medidas de recorte: pagas extras, cobro por estancias en hospitales, multas por no recoger análisis, supresión de becas de comedor… La técnica es ya más que conocida: unos días de alboroto, unos días de protesta, y a la vuelta del verano que no, hombre, que no, que solo son 146 medidas, que no vamos a quitaros más que una de las pagas, que las becas de comedor no vamos a quitarlas, porque ya las habíamos quitado.
Es una de las técnicas más viejas del mundo, y tiene un nombre muy corto: Mentira. Con ella nos metieron en una guerra, con ella nos quisieron colar un embuste en medio de una tragedia nacional, y con ella nos siguen engañando. Va siendo hora de no dejarse engañar más.
— oOo —