[dropcap]E[/dropcap]n Abril de 1986, bajo la presidencia del Gobierno de Felipe González y siendo Ministro de Sanidad Ernest Lluch, se promulgó la Ley General de Sanidad (LGS) que marcó un antes y un después de la sanidad pública de España. La LGS estableció el Sistema Nacional de Salud (SNS) en sustitución del modelo Seguridad Social vigente hasta esa fecha, con tres pilares fundamentales: universalidad, porque acoge a todos los españoles sin distinción y a extranjeros con residencia en el territorio, es decir a todos los ciudadanos; solidaridad, porque el sistema se financia vía presupuestos del Estado, naturalmente con los impuestos de todos los ciudadanos, por lo que lo sostienen tanto ricos como pobres y sanos como enfermos; y equidad, porque todos tienen los mismos derechos independientemente de la cuota tributaria. Esto hace que el modelo español sea uno de los más valorados del mundo.
La primera zancadilla al SNS ocurrió en 1991. Durante el mandato del PSOE, el Gobierno encargó a un grupo de expertos, presidido por el Sr. Abril Martorell un informe sobre la viabilidad del sistema público español que se ha conocido como Informe Abril. Entre otras cosas, una de las conclusiones del informe era la entrada de un sistema de mercado en la sanidad pública, es decir, una forma de iniciar la privatización de la sanidad pública. La oposición franca de grupos progresistas, entre ellos la ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA, impidió que el informe llegara al Parlamento. Este “abril” lo salvamos.
Pero el abril nefasto fue el del año 2012. Con la disculpa de que el sistema sanitario es insostenible y la oportunidad de la crisis económica, el Gobierno del PP promulga el Real Decreto 16/2012 con las medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema. Con las medidas del decreto casi un millón de ciudadanos perdieron el derecho a la asistencia sanitaria. Aumentan o, en el caso de los pensionistas, se introducen copagos (realmente repagos) en algunas prestaciones como la farmacéutica que tantos problemas origina en el sector de la población con pensiones más bajas y que no ha resuelto el problema económico de las arcas del Estado.
A ver si tenemos suerte y los Gobiernos de España, presente y futuro, protegen el SNS y en el 2016 cumple los 30 abriles sin más sobresaltos y privatizaciones.
Pablo de Unamuno
Asociación Para la Defensa de la Sanidad Pública
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