El balneario de Ledesma se despertó este miércoles con un gran sobresalto.
Una niña de doce años había aparecido muerta en la habitación en la que estaba alojada con su familia.
Fueron los padres quienes al despertarse se percataron de que la pequeña no respiraba y avisaron rápidamente a los servicios sanitarios.
Una vez allí, constataron que la pequeña estaba sin vida.
A expensas de que lo certifique el forense, la niña no presentaba indicios de violencia, por lo que su fallecimiento se atribuye a una muerte que le sobrevino por causas naturales mientras dormía.