Alemania extraditará al expresident Carles Puigdemont. Así lo ha decidido este jueves el tribunal de Schleswig-Holstein, aunque será por delito de malversación de caudales públicos y no por rebelión y el político deberá seguir en libertad. Todavía no hay fecha para el cumplimiento de la euroorden, pues la decisión es recurrible.
Los hechos que el juez Pablo Llarena atribuye al expresident no son constitutivos de delito de alta traición en Alemania o perturbación del orden público. Consideran que durante el procés no se dio la violencia suficiente para tratarse de un delito de rebelión y que Puigdemont no la instigó. Por ello, la resolución declara inadmisible la entrega del político a España por rebelión y no será juzgado por este delito.
Ante esta consideración, el juez Llarena planteó la entrada por sedición o conspiración para la rebelión, pero tampoco lo aceptaron. La malversación, por otro lado, sí entra dentro de la lista que contempla la legislación europea para la ejecución de euroórdenes. Consideran, pues, que Puigdemont era consciente del coste del proceso y lo financió con dinero público.
Teniendo en cuenta que el coste del procés ascendió a 1,6 millones de euros, la pena de prisión en el caso de Puigdemont podría ascender hasta los 12 años.
La defensa del político planteaba enmarcar la petición de entrega dentro de una persecución política, pero el tribunal ha señalado que no procede. “Tendremos que recurrir la parte de malversación pero, sin duda, hoy es un buen día”, ha señalado uno de los abogados de Puigdemont. Pueden recurrir ante el Tribunal Supremo y ante el Constitucional argumentando la violación de derechos fundamentales.