Polémica en una piscina municipal de Álava cuando un socorrista obligó a un menor transgénero a quitarse la camiseta para poder bañarse en el agua. Pese a que algunos usuarios han calificado la actitud del monitor como tránsfoba, otros defienden que se trata de las normas de la piscina y es el deber del socorrista velar por que se cumplan de igual forma para todos.
El suceso tuvo lugar este jueves en la piscina de la localidad de Salinas de Añana cuando un grupo de 60 jóvenes que participaban en el campamento musical de Gazterock acudieron al lugar. Uno de los participantes se negó a quitarse la camiseta porque se encontraba en pleno proceso de cambio físico y no se sentía cómodo. El socorrista le señaló que debía quitarse la ropa para poder entrar en el agua.
Ante la prohibición de bañarse con camiseta, sus compañeros decidieron lanzarse al agua con sus camisetas puestas para solidarizarse con el joven.
Esta reacción ha sido muy aplaudida por la asociación Lumagorri, defensora de los derechos LGTBI, quienes denunciaron el comportamiento del socorrista.
Desde la asociación, han catalogado este hecho como agresión transfóbica y exigen a las instituciones que tomen medidas. Consideran que estos hechos son “inadmisibles” y que “adquieren una mayor relevancia al ocurrir en un recinto público, con un socorrista contratado para dar un servicio público como es el de atender unas piscinas municipales”.
Cuando los medios de comunicación se hicieron eco de esta noticia, comenzaron a aparecer opiniones encontradas. Pese a que la mayoría de usuarios está de acuerdo en aplaudir la solidaridad de los compañeros del joven implicado, también han señalado que no bañarse con ropa es una prohibición común en todas las piscinas y que los socorristas solo hacen su trabajo.
