La supermodelo rusa Irina Shayk, portada del mes de julio de la revista ES, ha relatado recientemente en una entrevista que sus inicios, antes de convertirse en la estrella que es hoy en día, fueron duros. La exnovia del futbolista Cristiano Ronaldo narró, por ejemplo, que tenía que vivir con 40 euros a la semana.
El padre de Irina, un minero ruso, falleció cuando ella tenía 14 años, por lo que su familia tuvo que vivir gracias a lo que ganaba su madre como profesora de música en una escuela de Primaria. “Fui a la escuela de música durante siete años, pero lo odiaba. Me alegré cuando mi hermana mayor me rompió el dedo y no pude hacer mis exámenes de piano”, contó la modelo.
Posteriormente, siendo más mayor, se mudó a París para intentar salir adelante en el mundo de la moda, pese a que afirma que no tenía ni idea del tema. “Solo pensaba en conseguir algún trabajo para poder ayudar a mi familia”, declaró. La joven Irina no hablaba inglés y compartía apartamento con otras aspirantes a modelo.