El presidente de la Comisión Europea asistió este jueves a una cena en la cumbre de la OTAN en Bruselas, a la que asistieron el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y una serie de otros líderes mundiales.
Juncker tropezó y se tambaleó en la medida en que los presidentes de Finlandia y Ucrania, entre otros, tuvieron que ayudar a mantener al hombre de 63 años en pie.
El primer ministro holandés Mark Rutte también intervino para guiar a Juncker.
Macron se acercó a saludarlo tras la foto de familia y al ver su estado se fue a la francesa.
De camino a la cena, Pedro Sánchez salió a su paso para saludarlo, pero no pudo intercambiar apenas palabras con él, cuyos tambaleos eran ya más que evidentes, no se sabe si por los dolores o por la borrachera.
Este viernes, su portavoz en la Comisión Europea salió en defensa de Juncker y, además de criticar los comentarios que se han realizado, dijo que no estaba ebrio, sino bajo un ataque de ceática de la que se está tratando.
Esta escena ha sido muy comentada en las redes sociales, y el veredicto general no coincide con el del portavoz del mandatario luxemburgués.