Rodri, el portero del Salmantino que ha protagonizado los dos ascensos consecutivos que han llevado al equipo a Segunda B ha emitido una carta anunciando su marcha, y expresa su dolor por la ingratitud y falta de respeto del club al que vino «cuando nadie quería venir».
Y ahora que está en Segunda B, la directiva prescinde de casi todos los jugadores de la plantilla, a veces con un trato poco edificante, como el que relata Rodri.
Explica que el pasado lunes se reunió con el nuevo director deportivo del Salmantino, Movilla, para hablar de su situación dentro del Club. «Me transmitió que no podía asegurarme la renovación y me ofreció empezar la pretemporada con ellos, pero en todo momento dejándome claro que tenían a un portero ya firmado y la idea era fichar otro nuevo. De haber aceptado, la pretemporada podría haberse cortado en cualquier momento si encontraban otro portero, nadie me aseguró nada e incluso el propio Movilla me aconsejó buscar otro equipo. Por todo esto, no puedo aceptar esta situación, no puedo ser un parche mientras buscan a otro que me reemplace».
Recuerda que «he hecho mucho por este equipo para llegar a Segunda B, bajé hasta regional para ascender al equipo, creo que me merezco otro trato porque cuando nadie quería venir, aquí estuve para defender firmemente un proyecto en el que creía. Considero que este trato hacia mí es una falta de respeto tanto futbolística como personalmente. Por lo tanto, ha llegado el momento de que mi camino se separe del Salmantino, no porque yo quiera, sino porque en esta situación me veo obligado a no continuar. Espero que esto no signifique un hasta siempre, sino un hasta pronto».
Afirma que ahora mismo «necesito tiempo para decidir sobre mi futuro profesional. Esto ha sido algo inesperado para mí, tenía toda mi ilusión volcada en defender el club que siento como mío. Ahora, necesito recuperar el ánimo antes de tomar cualquier decisión».
Pese a todo, agradece al club haberle dejado formar parte de un proyecto «tan bonito» durante estos dos años, gratitud que hace extensible a sus compañeros, al cuerpo técnico, al personal del club «y, en definitiva, a todos los que me han ayudado dentro del Salmantino. Aprovecho para dar las gracias también a mi familia por estar ahí siempre, ellos son mi apoyo fundamental. Quisiera además reconocer a dos personas muy importantes: Ángel Lozano y Vicente».
Por último, quiere despedirme de los aficionados del Salmantino «a los que solo puedo decirles que hemos llegado donde hemos llegado gracias a ellos, el club es suyo y les pido que sigan ahí en lo bueno y en lo malo».