«Mi tío me decía que era normal, que no pasaba nada»

Una niña de seis años sufrió abusos durante seis años por parte de su familiar, adoptado
Los prolegómenos del juicio celebrado en la Audiencia Provincial.

La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este martes el juicio contra Y.A.Q.R., a quien se le acusa de abusar sexualmente de su sobrina menor de edad en reiteradas ocasiones. Aunque él lo niega, la menor insiste en que su tío comenzó a tocarla a los seis años y que los abusos fueron a más hasta que se fue de Salamanca con 12 años.

 

Y.A.Q.R., de origen colombiano y adoptado, vivía en Salamanca con toda su familia entre 2008 y 2013, conviviendo con su sobrina de seis años. Según el relato de la joven, cuando se quedaban solos, él aprovechaba para hacerle diferentes tocamientos ante los que ella, asustada, no se oponía. Lejos de parar, la situación fue a más y los tocamientos pasaron a penetración, tanto vaginal como anal, y felaciones por obligación.

En el juicio, ella señaló que su tío le decía “que no pasaba nada, que todo era normal” y la obligaba a que no se lo contase a nadie mediante amenazas. Este comportamiento se repitió durante años, varias veces a la semana, hasta que la menor y sus padres se mudaron a Tenerife.

Allí fue donde, finalmente, la joven visitó a una psicóloga por diversas circunstancias familiares y se atrevió a confesarle los abusos que había sufrido de pequeña a manos de su tío, razón por la cual sentía miedo de volver a Salamanca a visitar a sus abuelos. La psicóloga alertó entonces a la madre de la menor, quien interpuso la denuncia.

La abuela de la víctima, madre adoptiva del acusado, testificó que jamás vieron nada, pero que sí tuvieron lugar diversos episodios sospechosos. Ella se encargaba de bañar a sus nietas y en esas ocasiones la niña se quejaba de molestias y “ardor” en la zona vaginal, razón por la cual el pediatra le recetó una pomada.

También narró que hubo varios días en los que dejó a la niña sola en otra habitación mientras hacía sus tareas y oyó ruidos fuertes provenientes de donde se encontraba. Sorprendida, fue a ver qué sucedía y se encontró a la niña asustada, ruborizada y nerviosa en compañía de Y.A.Q.R. Ella siempre pensó que a la menor le molestaba la presencia de su tío porque este se metía con su aspecto físico.

El acusado se enfrenta a una pena de cárcel de 12 años más el pago de una indemnización a la víctima. Sin embargo, él insiste en su inocencia y asegura que, de haberlo hecho, habría huido a Sudamérica en lugar de responder ante la justicia.

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