El Ayuntamiento inauguró el pasado 4 de julio el nuevo parque ubicado en el alto del Rollo y veinte días después parece un patatal.
Este miércoles, el césped estaba descuidado y las malas hierbas se han apoderado de los espacios sembrados de césped natural. En algunas zonas alcanzan ya una altura de medio metro y dan una sensación de dejadez inevitable.
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El nuevo parque está situado en las calles Alicante, Mieres y Ponferrada, en el barrio de El Rollo, con una superficie de 1.900 metros cuadrados, que ha supuesto una inversión municipal de más de 130.000 euros. El espacio tiene el sello de la casa, con bancos, muchos bancos al sol, y césped artificial, en este caso justificado de forma proverbial.
Esta parcela, que se encontraba prácticamente sin uso por parte de los vecinos de la zona, ha cambiado de aspecto. Tanto que parece un bosque de bancos por una parte y la otra, un parque moderno, en lo que da de sí ese espacio. Incluido un minicampo de fútbol de césped artificial.
Con todo lo espectacular de la cancha de césped artificial, lo que más llama a atención es la cantidad de bancos que se han colocado en un espacio tan reducido: 31, de los que la mitad están en una esquina del parque y la mayoría, sin sombra, varios porque están bajo el sol y otros porque la mayor parte de los árboles son demasiado jóvenes.
El nuevo espacio cuenta con una zona de juegos infantiles. En concreto, se han colocado dos combis de diversos tamaños, columpios, juegos dinámicos, excavadoras y un juego inclusivo. Además, se ha creado una zona infantil deportiva que simula a un campo de fútbol de césped artificial para los más pequeños.
Asimismo, se ha colocado una nueva fuente ornamental, con un chorro vertical, en la zona de cruce de caminos, y para embellecer la estética de la zona, en el muro de la calle Alicante, se ha pintado un grafiti decorativo con motivos relacionados con la naturaleza.