[dropcap]N[/dropcap]o, no es el barrio del Oeste aunque la puerta del garaje nos invite a pensar que sí.
Los propietarios de esta inmueble situado en pleno casco histórico, en la calle Las Mazas, han decorado la puerta, no con un grafiti o un dibujo, más propios del ‘Soho’ salmantino, sino con la primera frase de El Lazarillo, más idóneo, si tenemos en cuenta dónde se encuentra, frente a la biblioteca de Abraham Zacut.
Además, Julio Pérez Cornejo, autor de la iniciativa, explica que es el comienzo de la novela picaresca y que el autor es anónimo y «probablemente judío converso a juzgar por la ideología que transmite y la denuncia que realiza en sus páginas de los vicios de la época, fudamentalmente del clero. La acción transcurre por estas callejas, que en aquel tiempo conformaban la judería salmantina».