Este lunes ha tenido lugar la declaración de Rodrigo Rato en el juzgado de instrucción número 31 de Madrid. El expresidente de Bankia ha negado el presunto blanqueo de capitales a través de sociedades en el exterior que le atribuye la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Asegura que él no ha cometido ningún delito “ni fiscal, ni de otro tipo”.
Rato solo ha querido responder a las preguntas de su abogado, y ha declarado que “se ha tenido que reconocer” que no ha cometido fraude fiscal en el extranjero. Atribuye a una “búsqueda constante de cualquier delito” la justificación de su detención, así como a una “denuncia acreditadamente falsa” de Margarita García-Valdecasas, la entonces directora de la Oficina Antifraude.
“Los datos veraces siempre estuvieron a disposición de la Agencia Tributaria, que prefirió ignorarlos para poder detenerme”, manifestó, añadiendo que no hay un informe definitivo sobre las cuantías de los presuntos delitos fiscales.
A la salida, Rato también cargó contra Elena Lorente, fiscal Anticorrupción porque “ha conseguido que se abra una pieza separada, cuando ya se ha demostrado en la principal que no ha habido fraude”. Además, reiteró el carácter “retrospectivo” de la causa sobre el origen de su patrimonio “pese a que está prohibido por el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General del Estado y por la Ley”.
Por último, se refirió al cobro de trabajos profesionales a través de sociedades explicando que presentadores de televisión, “un ministro de Cultura que ha dimitido” e incluso algún presidente del Gobierno, han incurrido en esta práctica sin que se les haya acusado por la vía penal.