[dropcap]S[/dropcap]é que vincular a estas alturas desapego y felicidad es una tontería tan grande como vincular felicidad con lo que sea. Nada lleva a ningún sitio más allá del un buen rato. Si así eres feliz…
Parece también difícil que escuchar “te quiero vivir con desapego” pueda ser interpretado con simpatía, te están diciendo que no quieren sentir apego por ti, es casi un “ya te llamo yo si eso”. Inocente, ese teléfono no sonará.
Bueno, al lío que me lío. Desapego. No tengo todo el tiempo que quisiera para cocinarte este texto a fuego lento, así que tiro de comida rápida (google) para llenar el plato con cosas que elaboran otros. Un artículo de un portal referente en el que se defiende que el desapego consta de cuatro leyes (todo esto para poder ser feliz en la vida, ojo pestaña).
La primera dice que eres responsable de tu misma mismidad, así que haz el favor de ser responsable, que lo que a ti te pese, te pesa a ti incluso aunque a mí no me lo parezca, tú verás.
Luego viene la de vivir en el hoy real. No explica muy bien el término real en el caso en que a ti te pesa algo que a mí me parece liviano, pero está muy bien contado. La cuestión es que aceptes y asumas, que abraces la flujoinomanía, mercromina para las heridas y a olvidarse de esos dos días imposibles que tiene el año, ayer y mañana. Si tú no ¿quién?
A continuación una muy loca: ¡Eres libre tú! Y los demás también, así que no te flipes con la boquita, bastante tienes con lo tuyo, deja a los demás tranquilos hasta que te pidan ayuda o los veas azules o desbordados. Te harán saber que te necesitan si es el caso. Es muy sana esta, porque hace que tengas propinas en lugar de sueldo. Su sabor es más sutil, puede ser la misma moneda, pero te llega por ser vos quien sois, no por dejarte la piel en el pellejo. Sabe a Ar i es pi i si ti : R-E-S-P-E-C-T.
La chunga la dejan para el final. Dice que asumas que todo termina. Con sutilidad dan varias vueltas y vueltas sin tocar el mejor ejemplo: Te vas a morir. Como yo. Es cuestión de tiempo. Que no te de mal rollo, no podrías ni estirar el brazo para leer este texto si nunca se hubiera muerto nadie, que agobio. Además, al ratito de pasar, deja de doler. Comentan, eso sí, que hay algo que nunca cambiará, tu capacidad de amar, ¿no es precioso? No mencionan que lo que sí puede cambiar es lo amado, así que si te ves en esas y no te parece aceptable, en mi opinión, ámale/la/lo con un billete de ida.
Bueno, que me voy y me olvido, te cuento todo esto, porque con todo el desapego bueno del mundo, faltaré a un par de citas. No es que no te quiera, no es que lo aceptes o dejes de aceptarlo, no es que no seamos libres ni que vayamos a morir a nadie. No eres tú, soy yo, el mediterráneo y una mudanza a la vuelta.
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