Las ‘malas hierbas’, Patrimonio de la Humanidad en Salamanca

La Asociación 'Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio' da cuenta de la proliferación de vegetación sobre los descubrimientos arqueológicos
Las malas hierbas se apoderan de los restos arqueológicos del Botánico.

La Asociación ‘Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio’ ha dado cuenta a las Administraciones competentes en materia de patrimonio histórico de la proliferación de vegetación sobre los descubrimientos arqueológicos que en la ciudad de Salamanca están a la intemperie -desprotegidos y abandonados- solicitando que se dicten las determinaciones necesarias para la conservación y custodia de esos bienes.

 

Restos arquitectónicos del Botánico.

Se trata del reiterado caso del enclave conocido como El Botánico, donde se encuentra el Convento de San Agustín, la Calle de San Pedro o Mayor de la Judería y el Colegio de Cuenca; de la trasera de la facultad de Geografía e Historia, donde aparecieron restos de la Cerca Vieja de la Ciudad, así como otros que han quedado amontonados y expuestos a la acción de los agentes meteorológicos; del hallazgo de restos de época romana en la Calle San Buenaventura y que previsiblemente se integrarán en el nuevo edificio; y de los restos recientemente descubiertos bajo el jardín de la Casa de Doña Gonzala Santana, junto al Palacio de Monterrey.

Restos arqueológicos en la Facultad de Geografía e Historia.

En todos los casos se trata de restos arqueológicos que en la actualidad se encuentran desprotegidos y, por tanto, expuestos a la acción del sol, la lluvia, los cambios de temperatura y la vegetación, que no sólo los daña también resulta de difícil erradicación. También, actualmente, no son visitables pese a su interés, completándose el escaso aprecio que en nuestra sociedad hay por el patrimonio arqueológico a diferencia del interés que siempre ha existido entre los visitantes de las ciudades históricas por conocer su pasado y evolución a través de las huellas que perviven del mismo.

Restos en San Buenaventura.

Precisamente, cabe recordar, la exigencia y la necesidad de que Salamanca contase con un Plan de Gestión Integral era con el objetivo, entre otros muchos, de que las Administraciones Públicas y los propietarios tuviesen un marco de actuación y gestión del patrimonio arqueológico respetuoso con el mismo, en el que incluyese su conservación, mantenimiento, monitorización, difusión y divulgación hacia habitantes y visitantes.

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