Aretha Franklin ha fallecido en su casa de Detroit rodeada de los suyos a los 76 años, después de una cruenta batalla contra el cáncer de páncreas que arrastraba desde 2010, según ha confirmado su representante, Gwendolyn Quinn, a Associated Press y recogen distintos medios especializados como TMZ. Ella era la última cantante de la época dorada de la música negra estadounidense, que ahora cierra ciclo.
Aunque tenía más de 70 años, la reina del soul ha seguido en activo hasta el año pasado, cuando ya tuvo que verse obligada a cancelar varios conciertos por “órdenes médicas”.
Fue posteriormente cuando ya anunció su retirada de la música. A Franklin se le atribuyen problemas de peso, alcoholismo y un posible cáncer de páncreas.