La factura de la luz para un usuario medio ha subido cerca del 11% en agosto respecto al mismo mes de 2017 —a falta de un día para terminar el mes— y un 2,6 % en relación a julio, con lo que suma su cuarto incremento intermensual consecutivo y alcanza su nivel más alto del año (61,83 euros).
El encarecimiento del recibo se debe a la subida del precio de la electricidad en el mercado eléctrico mayorista, impulsado por el mayor uso de tecnologías más caras, como las centrales de gas y carbón, y por el aumento de las importaciones desde Francia por la indisponibilidad de una parte de su capacidad nuclear.
El encarecimiento del recibo responde a la subida de los precios eléctricos mayoristas, que suponen en torno al 35% de la factura, ya que los costes regulados, que fija el Gobierno, llevan años congelados.
El precio diario de la electricidad en el mercado mayorista se sitúa en 70,99 euros por megavatio hora, el nivel más alto del año, por encima de los 68,51 euros registrados el 6 de agosto.
El comportamiento del mercado eléctrico mayorista se debe a un conjunto de razones, entre ellas la menor aportación de la generación eólica e hidráulica, lo que obliga a utilizar en mayor medida las centrales de gas natural y carbón, que son más caras. A este factor se une el encarecimiento este verano de los combustibles —gas y carbón— y de los derechos de emisión de CO2.