El mundo de las finanzas está viviendo una auténtica revolución gracias a internet. Ya solo con la aparición de comparadores financieros, donde por ejemplo puedes encontrar los mejores préstamos personales como Matchbanker, la diferencia de cara a los consumidores ha sido abismal. El mero acceso a la información de una forma rápida y ordenada hace que puedan tomar mucho mejores decisiones y puedan ser conscientes en todo momento de los precios de mercado de los servicios.
Pero las innovaciones han ido más allá, y hoy en día es posible encontrar alternativas a las formas tradicionales de conseguir crédito o invertir. Vamos a verlas:
Criptomonedas:
Las criptomonedas son una alternativa a la inversión tradicional. Al igual que ocurre con las divisas, los enfoques que se pueden dar a la inversión son dos básicamente. 1) Comprar la criptomoneda, esperar a que suba su precio y vender, o 2) hacer trading de criptomonedas con productos financieros más complicados como los CFDs, que permiten operar tanto al alza como a la baja.
Otra forma menos conocida de invertir en criptomonedas es acudir a una ICO. Una ICO es el lanzamiento de una nueva criptomoneda, por tanto, se clasificaría dentro del primer tipo de inversión comentado más arriba. Al lanzar la nueva criptomoneda, el precio suele ser muy bajo, al mismo tiempo que el riesgo de fracaso es altísimo. Ahora bien, si esa criptomoneda llega a triunfar y generalizarse, el potencial de revalorización es inmenso.
Crowdlending:
El crowdlending es interesante tanto para los inversores como para los prestatarios. Se trata de aprovechar las posibilidades de internet, para que varios inversores puedan ofrecer su dinero a un particular que necesite financiación. Los primeros conseguirán unos intereses mucho más interesantes que los que ofrecen, por ejemplo, los depósitos, mientras que los segundos se benefician de requisitos más laxos o, en ocasiones, intereses más bajos.
Actualmente, también existe la posibilidad de conseguir préstamos en criptomonedas, de tal forma que si tu proyecto está relacionado con ellas, ahorrarás en las tarifas de cambio. Lo mismo ocurre con los inversores, si se ha invertido en una criptomoneda y no se quiere tener el dinero parado mientras se espera a su revalorización, a través del crowdlending se puede invertir dicho dinero.
Crowdfunding:
Con el crowdfunding no se invierte en préstamos, sino en las empresas en sí. Se trata de convertirse en accionista de una empresa, con el problema añadido de que, al no cotizar en una bolsa de valores, salir de la inversión puede ser complicado. Por otro lado, estas empresas suelen ser proyectos con una gran potencial de revalorización.
Préstamos online
Los préstamos personales online son básicamente los préstamos personales de toda la vida, pero sin necesidad de personarse en la oficina bancaria y con el papeleo reducido. Ofrecen mucha flexibilidad financiera, ya que son muy rápidos y los requisitos para conseguirlos suelen ser fáciles de cumplir. Son una de las alternativas más conocidas entre los consumidores, pero no por ello no merecen que se los mencione aquí como una de las grandes innovaciones financieras para conseguir financiación de los últimos años.
¿Qué tener en cuenta antes de probar estas alternativas?
Desde el punto de vista de un prestatario, la principal preocupación debe ser tratar con una empresa seria y fiable. Para ello, simplemente leer el contrato con atención, para infórmate bien de las condiciones, y comprobar que los datos legales de la empresa son reales puede ser suficiente.
Desde el punto de vista del inversor, hay que tener en cuenta que las altas rentabilidades conllevan altos riesgos. Tanto las criptomonedas como el crowdlending y el crowdfunding pueden tener su sitio en tu cartera de inversión, pero siempre diversificando y sabiendo bien lo que arriesgas en cada operación.