El futbolista Leo Messi tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados para responder de la imputación que pesa sobre él por tres presuntos delitos defraude fiscal, los mismos que recaen sobre su padre, Jorge Horacio.
La jueza de Galvá finalmente ha imputado al astro argentino para que aclare en la vista oral si «conocía y consintió» la creación y mantenimiento de una red de empresas ficticias por parte de su padre para ocultar al fisco ingresos en concepto de imagen.
Hacienda calcula que evadió 4,1 millones de euros entre 2007 y 2009.
Ni siquiera la aportación de una elevada cantidfad de dinero posterior al procesdimiento judicial, a modo de arrepentimiento, ha salvado a Messi de chupar banquillo, pero de los acusados.