El malestar y las quejas entre los trabajadores y usuarios de la estación de autobuses en Salamanca por la forma en que se están llevando a cabo las obras de remodelación de esta infraestructura no sólo continúan a día de hoy sino que incluso van en aumento
El Grupo Municipal Socialista ha llevado ya esta cuestión a los órganos municipales correspondientes instando a que se pongan en marcha todas las medidas necesarias para hacer que las obras que se están llevando a cabo se realicen con todas las garantías de seguridad, algo que no está ocurriendo ahora, y se desarrollen de la forma mejor posible, algo que tampoco a día de hoy se está llevando a cabo, para hacerlas compatibles con la actividad normal de funcionamiento de la estación.
El PSOE lamenta que a día de hoy estas obras, cuya ejecución lleva varios años de retraso, y a pesar de las múltiples denuncias que se han efectuado desde que dieran comienzo, continúen siendo un peligro tanto para los trabajadores que desarrollan allí su labor como para los usuarios y los viajeros. «Un peligro que tanto la Junta como el Ayuntamiento siguen obviando sin poner solución o remedio alguno», explican.
Sin planificación
Esto demuestra y confirma que este proyecto, además de acometerse tarde se hace mal, careciendo de la más mínima planificación y fruto de la improvisación, la falta de celo, eficacia y diligencia que son debidas y obligadas, e incluso de las normas establecidas por ley a la hora de llevarse a cabo la ejecución.
El Grupo Socialista considera que como suele ser habitual, el problema no son las obras, que por otra parte siempre ha considerado necesarias y ha reivindicado, sino la gestión y la forma de ejecutarlas tanto por parte de la Junta como del Ayuntamiento de Salamanca, recordando a los responsables que la ejecución es compatible y no está reñida con la seguridad.
La falta de señalizaciones, los desniveles, y una ausencia total de protección entre las zonas de obras y las zonas que permanecen abiertas al público continúan a día de hoy sin la debida protección o delimitación con los elementos o los material apropiados, como por ejemplo toldos y lonas, con el consiguiente peligro, además de las oportunas molestias y la mala imagen que se ofrece, tanto para los trabajadores a la hora de desempeñar su labor como para los usuario de la estación. Inseguridad a la que hay que sumar la imposibilidad para que esta infraestructura funcione con normalidad y en las mejores condiciones posibles.