Los trabajadores de la Gerencia de Servicios Sociales llevan tres meses de movilizaciones para manifestar su repulsa por la gestión de los centros en la provincia de Salamanca.
Los centros públicos que en la provincia se dedican a la atención de personas dependientes (ancianos y personas con discapacidad), y los trabajadores aseguran que están siendo «desmantelados poco a poco en favor de las residencias privadas. Los centros públicos se rigen por el principio de calidad, mientras que los privados por el principio de beneficios. ¡Esta es la política de esta Gerencia!», explican.
Denuncian que se derivan ancianos a residencias privadas (habiendo plazas en la residencia pública), no se cubren jubilaciones, ni bajas ni siquiera las maternales, las reparaciones se hacen tarde o no se hacen…. Ahora, además, a los trabajadores a turnos les impiden los cambios entre compañeros.
Argumentan que durante más de 25 años los trabajadores a turnos (mañana, tarde y noche), «hemos venido realizando cambios entre compañeros. Estos cambios nos permitían conciliar nuestra vida laboral y familiar; estos cambios permitían una mejor organización de los centros; estos cambios no implicaban trabajar menos ni costaban dinero. ¿Por qué nos los quitan?», se preguntan.
Un paso atrás
Por eso piden al delegado de la Junta en Salamanca, a la gerente y a los directores de los centros que sigan las directrices de su propia Consejería de Familia e Igualdad cuando dice que «la conciliación de la vida personal, familiar y laboral es, cada vez más, una necesidad y una meta a alcanzar por todos los integrantes de la sociedad (trabajadores, empresas, Administraciones Públicas, agentes Sociales… Conciliar es más FACYL entre todos». Los trabajadores de la Gerencia habíamos alcanzado esta meta con los cambios de turno. ¿Por qué este paso atrás?», insisten.
Según la Consejería de Familia e Igualdad «conciliación=sensibilidad+buena voluntad+sentido común, teniendo en cuenta que siempre es más fácil entre todos». Tres cualidades de las que, según los trabajadores, «nuestros directivos carecen. Solo han hecho gala de autoritarismo y sinrazón«, comentan.
Los trabajadores anuncian que seguirán manifestándose «hasta que den marcha atrás y dediquen su tiempo a solucionar problemas reales de las personas dependientes y no a crearlos donde no los hay».