Reclaman implantar esta legislatura un sistema de ‘Teletrabajo’ en las Administraciones Públicas

Abogan por este sistema para favorecer la conciliación, ya que el 85 por ciento de la plantilla de nuestras administraciones se acogería a este sistema laboral, según una encuesta de CSIF
el 85 por ciento de la plantilla de nuestras administraciones se acogería a este sistema laboral, según una encuesta de CSIF.

 

El sindicato propone un régimen laboral, con un listado de puestos y empleados públicos prioritarios, con control horario y de la productividad

 

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativos en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, y la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios en España (Arhoe) presentaron este lunes una propuesta para implantar el sistema de trabajo en nuestras administraciones públicas para favorecer la conciliación.

La propuesta ya ha sido trasladada al Ministerio de Política Territorial y Función Pública y también se llevará a las diferentes comunidades autónomas y grupos políticos, pretende poner las bases esta legislatura para implantar de manera definitiva este sistema, tras los buenos resultados de los proyectos piloto realizados en la Aecid, el Ministerio de Industria, la Universidad de Castilla-La Mancha y en comunidades autónomas como Aragón y Castilla y León, entre otros.

La propuesta propone un modelo de Teletrabajo regulado (con derecho a la desconexión y por tanto con control horario y de la productividad), con un listado de puestos laborales y empleados públicos prioritarios y adaptado a la legislación sobre riesgos laborales.

Entendemos que a priori podrían beneficiarse de esta medida el conjunto de empleadas y empleados públicos de nuestras administraciones, salvo aquellos que ocupan puestos de trabajo de cara al público.

Beneficios que aporta esta medida:

  • Favorece la conciliación.
  • Favorece el desarrolla sostenible.
  • Favorece la integración de personas con discapacidad.
  • Favorece a trabajadores con mayor edad.
  • Favorece la reducción de coste para la organización y aumenta la productividad.
  • Favorece la prevención del absentismo laboral.
  • Favorece la movilidad víctima violencia de género.
  • Favorece la prevención de los accidentes in itinere.
  • Favorece la racionalización de horario, ahorro de tiempo.
  • Favorece la prevención de la violencia en el trabajo.
  • Favorece el retorno progresivo al trabajo tras un proceso de enfermedad grave.
  • Favorece la prevención contra el acoso laboral y sexual.
  • Favorece la autonomía, independencia y motivación.

Además, según una encuesta realizada por CSIF durante el pasado mes de julio sobre 8.400 empleadas y empleados públicos del conjunto de las administraciones públicas, el 85 por ciento se acogería a este modelo laboral y la inmensa mayoría (95,2 por ciento) cree que es una herramienta útil para el fomento de la conciliación. Además, el 75 por ciento cree que está diseñada tanto para mujeres como para hombres, como considera CSIF en línea con la necesaria corresponsabilidad de las tareas familiares entre ambos géneros.

Por su parte, ARHOE lleva más de quince años defendiendo que el teletrabajo, junto a la flexibilidad horaria y la jornada intensiva en todos aquellos casos que sea posible, es una de las grandes claves para alcanzar el equilibrio entre vida laboral y personal.

Ahora bien, el presidente de la asociación, José Luis Casero, advierte que «el teletrabajo es una medida muy potente para facilitar la conciliación, pero puede convertirse en un inconveniente si no está regulado de forma pactada haciendo que la jornada se extienda en tiempos y espacios insospechados, y además con recursos e infraestructuras puestas a disposición por el trabajador/a y no por la organización».

Respecto a la supresión del cambio de hora estacional que se está debatiendo estas últimas semanas (al hilo de los resultados de la encuesta pública de la Comisión Europea), ARHOE lo valora muy positivamente y se muestra partidaria de mantener todo el año el horario de invierno.

De esta manera, el Sol saldría una hora antes (desde finales de marzo hasta finales de octubre), facilitando un despertar más natural. Nos acercaríamos, así, a nuestra hora solar natural. También adelantaríamos los horarios de alimentación y sueño y nos permitiría dormir más tiempo. Con este horario entraríamos a trabajar una vez haya amanecido y los niños comenzarían su jornada escolar con luz, con el objetivo de poder ser más productivos.

Todo esto supondría un cambio formal, pero también necesitamos uno de fondo. Podemos eliminar el cambio de hora, e incluso situarnos en nuestro huso horario, pero si seguimos saliendo a las ocho o nueve de trabajar, no nos afecta que sea de día o de noche. Lo que hay que acometer es un verdadero cambio de fondo que permita a todos los ciudadanos conciliar y poder salir antes para aprovechar su tiempo libre.

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