Durante cinco años estuvo robando y vendiendo las joyas de las dueña de la casa donde limpiaba, al ser descubierta, confesó. Había sustraído piezas por valor de casi 17.000€ en cinco años. La dueña de las joyas la perdonó, pero ya era tarde. Esta es la historia paso a paso
El pasado día 19 de septiembre, una mujer denunciaba la presunta sustracción de joyas del interior de una caja de seguridad que tenía alquilada en la entidad Caja Duero de Salamanca (Ahora Unicaja).
Unos días después, el 25, funcionarios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la UDEV, tras las investigaciones llevadas a cabo, concluyeron que los hechos no podían haber sucedido como ella relataba.
La Policía cita nuevamente a la denunciante e insiste en que le han desaparecido las joyas de la caja de seguridad. Se le informa “in situ” que la sustracción del interior de la caja está descartada y se inician nuevas líneas de investigación y, ante la posibilidad de que el origen de dicha desaparición pueda estar en el entorno familiar (familiares, empleados de hogar, etc..) se le solicita que facilite los datos de las personas que han podido tener acceso a las joyas que tenía en el domicilio.
La investigación avanza y este viernes, se recibe una llamada de la denunciante en la que informaba de que al pedirle los datos de identidad a una empleada de hogar que lleva muchos años con ellos y era de total confianza, ésta terminó confesándole que las joyas las había cogido ella de casa y las había colocado en diversas casas de compraventa de Salamanca.
El joyero
En una de ellas, se habían realizado 173 movimientos desde el año 2013 al 2014, de los cuales, se han podido recuperar 153 lotes, por los que recibió 2.121 euros. Entre 2014-2015 vendió o empeño 331 gramos, por valor de 5.070 euros y desde el 2015 al 2018, vendió 616 gramos, percibiendo un total de 9.729 euros. El total asciende a 16.920 euros.
La presunta ladrona alega que tiene adicción al juego y ese era el motivo. Tras ser citada la presunta autora, se procedió a su detención, información de derechos y posterior puesta en libertad con cargos.
Por su parte, la denunciante, al conocer quién había sido la persona que le había sustraído las joyas y manifestar que lleva trabajando en su casa muchos años, desea retirar la denuncia, a lo que se le contesta que ya no se puede retirar ya que ha sido remitida al Juzgado de Guardia correspondiente y, en todo caso, al tratarse un delito público, es perseguible de oficio.
El hecho de no querer llevar a cabo acciones legales, lo deberá comunicar debidamente en los tribunales cuando sea citada y se le haga el ofrecimiento de acciones, pero ambas deberán comparecer en dependencia policiales para ser oídas en declaración.