Los millones de Pujol en Salamanca

El escándalo de la fortuna de Jordi Pujol ha adquirido tales proporciones que ha tapado de un plumazo casi todos los demás casos de corrupción, de momento. Se calcula que el hasta ahora ‘molt’ honorable ocultaba 600 millones de euros en cuentas de Andorra y Suiza, aunque otras fuentes elevan esa cantidad hasta los 1.500.

Si nos quedamos con la cantidad más baja y hacemos una simulación como si fuera un anuncio de las loterías para poder calibrar de lo que estamos hablando. ¿Qué podríamos hacer con esos 600 millones en Salamanca?

De entrada, se podrían pagar las pensiones y las prestaciones por desempleo en Salamanca durante casi ocho meses. El Estado destina cada mes 77,2 millones a estas partidas, incluyendo las ayudas por hijo a cargo.

Si su fortuna fuera de 1.500 alcanzaría para pagar las prestaciones durante un año u medio en toda Salamanca.

El Ayuntamiento, por ejemplo, tendría cubierto su presupuesto durante cuatro años y cuatro meses. Para 2014 es de 139 millones, así que vaya si Mañueco podría prometer congelaciones de impuestos, arreglar calles, hacer esos parques que no acaban de empezar y hasta regalarnos una cesta por Navidad. Si la fortuna fuera de 1.500 millones tendríamos una década de todo incluido.

Ríete de los millones perdonados a los constructores y los que se van a dar al Obispado por la compra del edificio de Íscar Peyra.

Hospitales

Ahora que la animadversión hacia el ‘molt’ honorable y su familia empieza a ser incontenible, podría llevarnos al resentimiento más acendrado si viéramos que con esos 600 millones podríamos hacer tres hospitales como el que la Junta lleva casi una década intentando levantar junto al Clínico y que no avanza por falta de presupuesto y ganas de hacerlo. Y aún nos sobraría un pico.

La Universidad de Salamanca, la institución con el presupuesto más alto de la provincia (207 millones para 2014), tendría, asimismo, para tres años sin tener que pelearse con el consejero de Educación por los recortes, que se han traducido en 34 millones menos en cuatro años.

Y sin abandonar la Educación, esos 600 millones equivalen a la tercera parte del dinero que la Junta destina cada año para el sistema público educativo en toda la región. A estas alturas el grado de cabreo puede ser incontenible.

En resumen. Los seiscientos millones de la familia Pujol ocultos al fisco podrían dar para construir el nuevo hospital de Salamanca, pagarle durante un año todos los gastos e inversiones al Ayuntamiento y a la Universidad, y abonar un mes de las pensiones y el paro.