- El 95% de los contratos que se firman son temporales
- El 55% de los parados no perciben ya ni un euro de ayuda
La paulatina reducción del paro en Salamanca se está viendo acompañada por un aumento extraordinario de la precariedad laboral de los nuevos trabajadores y por una reducción igualmente notable de la protección a quienes se quedan anclados en el paro.
De los 10.804 contratos suscritos en la provincia durante el mes de julio, el 94,6 por ciento eran temporales, mientras que los indefinidos siguen batiéndose en retirada y sólo representan el 5,4 por ciento del total (576 exactamente).
Que la precariedad va en aumento lo revela el contraste del dato de los contratos de julio con el del cómputo global del año, que diluye el resultado de julio. De los 53.211 contratos suscritos en la provincia durante los siete primeros meses del año el 92,2 por ciento de los contratos son temporales y el 7,8 por ciento restante, fijos, unos datos más benévolos que los de julio.
Los trabajadores que acceden al mercado de trabajo lo hacen en condiciones más precarias, y los que siguen en el paro cada vez están más desprotegidos.
En junio había en Salamanca 14.899 beneficiarios de prestaciones por desempleo, lo que supone una tasa de cobertura del 45,2 por ciento, la más baja en muchos meses.
Además, entre los que tienen ayudas, sólo 6.586 cobran la prestación contributiva, mientras que el resto perciben el subsidio o la renta activa de inserción de 426 euros.