Las enfermeras afectadas por la realización de guardias localizadas del hospital de Salamanca decidieron este lunes convocar un día de huelga el 20 de noviembre, “ante el inmovilismo de la dirección del hospital para cumplir con la normativa vigente”.
El paro convocado afectará a los servicios de Hemodinámica, Endoscopias, Radiología Intervencionista, cirugía cardiaca, banco de sangre, perfusionistas de extracción hepática, quirófanos y nefrología.
Anuncian que se respetarán los servicios mínimos para que la atención urgente no se vea afectada y se ha nombrado un Comité de Huelga para resolver las dudas y problemas que esos días puedan surgir.
Los profesionales han realizado un balance de las acciones que se han llevado a cabo hasta el momento por parte de la coordinadora y de las reuniones mantenidas con la dirección del Hospital.
A propuesta de la propia dirección, se prolongaba hasta el 1 de octubre el tiempo para continuar con las conversaciones, no habiéndose convocado hasta la fecha ninguna reunión, “lo que implica una falta, no solo de cortesía y respeto hacia los trabajadores, sino una burla impropia de personas que deben gestionar una empresa de la importancia del Hospital”, ha señalado la coordinadora.
“Ante estas posiciones los trabajadoras han decidido convocar esta huelga como la única salida que nos queda”, han señalado.
La coordinadora indica que “la dirección del hospital continúa sin cumplir la normativa que les obliga a registrar las jornadas de trabajo en un programa de gestión denominado AIDA, donde a día de hoy las enfermeras pueden trabajar un fin de semana de guardia y al no registrarse queda como descansado, dando lugar a final de año que no se computan muchas horas que se han trabajado”.
Indica que “la realización de hasta doce días sin descansos regulados, hace que los profesionales de enfermería lleguen a la extenuación con estos turnos que en nada benefician a mejorar la atención de los pacientes, en la mayoría de los casos, de alto compromiso vital, lo que genera un estrés añadido en el puesto de trabajo. Además de tener una remuneración de 2,8 euros la hora, menor que la que perciben otros profesionales de inferior formación académica”.
“Nuestros pacientes son lo primero y llevamos muchos meses intentando dar una solución al conflicto, proponiendo incluso un mediador externo que aclare las discrepancias, negándose a ello también los responsables directivos. No nos dejan otra alternativa”, concluyen.