Los felinos, por naturaleza, suelen acostumbrar a regresar siempre a su casa después de dar largos paseos o, incluso, de pasar días fuera. Sin embargo, el gatito Bobby no lo hizo. Tras darlo por perdido, su familia volvió a saber de él un año y medio después. Eso sí, a 1.500 km de distancia.
Bobby vivía en el estado de Montana, en Estados Unidos, cuando desapareció sin dejar rastro. 18 meses más tarde, llegó a las manos de una organización que ayuda a los animales perdidos, la SPCA of Northern Nevada, quienes la hallaron en la localidad de Fallon (estado de Nevada), a 1.500 km de su casa.
Nadie puede saber qué paso durante la travesía del minino y cómo llegó hasta allí, pero existe una teoría. Su dueño, un hombre llamado Kyle Preston de 73 años, señaló que hay una estación de ferrocarril cerca de su casa y que Bobby pudo, de alguna manera, subirse a un tren.