La Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP) ha organizado este jueves una performance en la Plaza de los Bandos con motivo del Día Europeo Contra la Trata de Personas. Con el corazón encogido, todos los asistentes han escuchado el desgarrador relato ficticio de una víctima de este delito.
Tal y como recoge la Asociación en su manifiesto, la Trata de personas constituye una «gravísima violación de los derechos humanos, una forma moderna de esclavitud y una de las formas más crueles de violencia de género». Durante los últimos 30 años, hasta 30 millones de mujeres y niñas han sido forzadas a ello.
La ONU estima que la trata mueve anualmente entre 5 y 7 billones de dólares y España es uno de los principales países de destino de sus víctimas con fines de explotación sexual. Sin embargo, mientras continúa el debate entre abolir y regular la prostitución, esta práctica sigue presente.
Desde APRAMP reivindican que este delito se haga visible, que esta práctica conste como una de las más atroces violaciones de los derechos humanos, que se garanticen medidas de protección y asistencia integral a las víctimas menores de edad, que se trabaje en la prevención y que se elimine la publicidad de prostitución en los medios de comunicación.
Para mostrar esta problemática a los ciudadanos, han realizado una performance en la que una actriz encarnaba a Irina, una joven de Europa del este que es engañada para traerla a España a trabajar en un prostíbulo. El impactante relato ha dejado a más de un espectador entristecido.