La vuelta al cole está al doblar la esquina, aunque todavía los escolares estén disfrutando de sus vacaciones estivales, pero los padres o bien ya se han adquirido los libros del próximo curso o los tienen encargados
Dentro de veinte días es septiembre e inevitablemente este mes se asocia a la vuelta al colegio de miles y miles de escolares. Es momento de coger la calculadora y echar cuentas. Cada niño supone para los padres un desembolso en material escolar de hasta 300 euros, pero no es la misma cifra en todos los colegios. Es más, en unos centros puede costar 150€ y en otros de 300€ «y hasta 400€ en la ESO, estudiando el alumn@ el mismo curso», matiza María Nuño, propietaria de La Librotheca de María.
Estas diferencias, en cuanto al desembolso, están motivadas porque en la lista de libros de texto que le dan a los padres también están incluidos cuadernos de ortografía, de comprensión lectora, diccionarios o Biblias. “Quizá no todo haya que adquirirlo a la vez, quizá el diccionario de 30 € que aconsejan en el colegio es similar al que se tiene en casa y no hay que comprarlo o quizá sea conveniente que a medida que avance el curso se vayan comprando los cuadernos que se precisen”, aconseja la propietaria de La Librotheca de María.
El trabajo del librero va más allá de dispensar libros de texto y material escolar, también asesoran a los padres, les orientan y con la lista en la mano ven si el libro que pide el colegio es el correcto e les informan si pueden servirles libros de otros años que quizá tengan en casa al tener hijos de distintas edades.
Los libros se encargan en junio y se recogen a lo largo del verano y unos días antes de comenzar el colegio. El problema de solicitar los libros en septiembre es que puede ser difícil de conseguir, sobre todo si los padres los han encargado en otros puntos de venta que no son librerías y allí no entregan la lista completa. “Cuando nos encargan los libros, sólo preguntamos si van a venir en verano o en septiembre a recogerlos. Los libreros nos encargamos de que estén todos y cada uno de los libros que precisan para comenzar el curso, porque nos implicamos en nuestro trabajo y ofrecemos un trato personalizado a nuestros clientes”, puntualiza Nuño.
Una vez que llegan los libros a la librería, hay que separarlos por cursos y alumnos. “Hacemos las facturas con sus códigos correspondientes, para que así lo padres puedan solicitar las ayudas institucionales”, explica la responsable de La Librotheca de María.
Lo que si ha notado María Nuño en los últimos años es que los niños “están muy concienciados con la crisis. Incluso hablan entre ellos de pasarse los libros si van un curso por delante”.