El presidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a dejar una curiosa estampa para la posteridad. Este fin de semana, cuando accedía al avión presidencial, el Air Force One, en la base aérea de Andrews de Maryland, el presidente volvió a hacer de las suyas.
Está claro que ser uno de los presidentes más importantes del mundo tiene sus ventajas, pero algunos comportamientos siguen considerados como una falta de civismo. Por ejemplo, no cerrar tu propio paraguas y dejarlo tirado ante la puerta.
Eso fue lo que hizo Trump cuando accedía a su avión en un día lluvioso. En lugar de cerrar el paraguas que portaba, lo dejó abierto entre la puerta y la escalera de acceso.