Más de 4.000 personas participaron este domingo en la séptima marea banca que se convoca en Salamanca para pedir mejoras en la sanidad pública, aquejada de falta de personal y largas listas de espera, entre las que ya se pueden incluir también las obras del nuevo hospital, cuya apertura podría retrasarse dos años tras el fiasco del vial, cuyas obras adjudicó el Ayuntamiento a una empresa donde participaba el cabecilla de la trama Enredadera, José Luis Ulibarri, y ahora acaba de arrebatar tras la operación policial y su encarcelamiento.
A pesar de las amenazas de mal tiempo, que finalmente no se cumplieron, más de 4.000 salmantinos se echaron a la calle para protestar de nuevo por el deterior de la sanidad pública salmantina.
Había una gran ausencia, la del PP y especialmente la del alcalde y candidato a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, principal responsable del retraso del vial y, por consiguiente, de la inauguración del nuevo hospital.
Se protestaba por los recortes que se han traducido en una disminución de medios humanos y materiales que han propiciado un aumento de las listas de espera «que ponen en peligro la vida», la atención primaria (hay lista de espera en algunos barrios de la ciudad y ha desaparecido en algunos pueblos), el desbordamiento de las urgencias y el transporte sanitario y también se protestaba por el retraso del nuevo hospital. «¿Y el hospital para cuándo?» se coreaba utilizando la melodía de un éxito de Jennifer López de este verano.
Ante este panorama, la marea blanca, además de pedir el cese o dimisión del consejero de Sanidad (con lemas que no les gustarían), ha reclamado que se potencie la atención primaria, acercar la especializada a los pueblos, reducir las listas de espera y que sean más transparentes, acabar con el cierre «indiscriminado» de camas hospitalarias, dotar de recursos humanos, materiales y económicos a los servicios del complejo asistencial, destinar más recursos a la salud mental, que se construyan «de una vez por todas» los centros de salud prometidos en El Zurguén y en Calzada de Valdunciel, reordenar la sanidad en los barrios de la ciudad del Tormes, acabar con la precariedad de los profesionales y mejorar las urgencias «en todos los niveles».
Y el consejero de Sanidad dijo esta semana en Salamanca que no había motivos para convocar la marea blanca.