Los concursantes de Operación Triunfo 2018 se ganaron una buena bronca de la directora de la Academia, Noemí Galera. Después de hacer una fiesta en la habitación en la que tiraron papel por la ventana, el programa les sancionó abriéndoles la puerta media hora más tarde de lo habitual, por lo que los chicos se revelaron haciendo una huelga silenciosa.
Los concursantes de esta edición parecen cortados frente a las cámaras de la Academia de Operación Triunfo y las cosas más interesantes suceden de puertas de adentro. Es decir, en la habitación donde duermen, único lugar sin cámaras aparte de los baños. Esto, evidentemente, no gusta en la dirección. Allí fue, precisamente, donde realizaron la mencionada fiesta.
Para intentar que los triunfitos hicieran más vida pública, se decidió abrir la puerta de la habitación a las 22.30 en lugar de a las 22.00. A modo de protesta (o de broma, como ellos posteriormente explicaron), se tumbaron en el suelo frente a la puerta en silencio sin generar ningún tipo de contenido hasta que fueran a abrirles.
«¿Habéis visto que la habitación se abre a las 22:30? ¿Por qué?», preguntaba Famous a sus compañeros. «Porque la liamos ayer», contestaban estos. En ese momento, a Julia se le ocurrió una idea: «¿y si nos pasamos de 22:00 a 22:30 todos juntos en el pasillo de la habitación?», a lo que María contestó: «Dios, qué ideón».
La imagen de los jóvenes tirados en el suelo se hizo rápidamente viral, lo que generó numerosas quejas ante el programa. En parte porque se les acusa de haber sido maleducados con Adriá, el chico encargado de abrirles la puerta.
Noemí Galera les citó antes de la hora de la comida para echarles la bronca, lo que se ha conocido en redes sociales como «el #broncOT». «Es una vergüenza», les dijo la directora, «las faltas de respeto no las voy a consentir bajo ningún concepto. Así que espero que os disculpéis con Adriá».
«Sé que os la suda lo que yo os diga, pero leed estos tuits de vuestros fans». Y, a continuación, Galera les repartió 10 tuits de los seguidores del talent show para que los leyeran en voz alta. Algunos insistían en que había miles de personas deseando ocupar su lugar, por lo que la directora añadió que «si alguno no quiere estar (en el programa), ahí tiene la puerta. Que se vaya».
Los chicos intentaron explicarse entre lágrimas, pero ella fue dura: «no nos toméis por gilipollas». Y un consejo final: «Aprovechad el mes que os queda».
