Desde las dos de la tarde comenzaron a hacer cola los vecinos de Doñinos para ser los primeros en degustar la paella. La espera mereció la pena, porque el plato de arroz estaba para chuparse los dedos.
Dos horas largas tardó el cocinero en preparar la paella para que degustaran unos 1.300 vecinos de Doñinos.
Y es que 130 kilos de arroz, 400 kilos de ‘tropezones’ y 32 cubos de agua no se ligan tan pronto. Eso sí, cuando terminó de cocerse, a eso de las tres de la tarde, estaba exquisita, para chuparse los dedos.
Los vecinos de Doñinos dieron buena cuenta del rico plato en el polideportivo, habilitado para la ocasión.