Un militar del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas de la base aérea de Alcantarilla aterrizó este miércoles sobre la fachada de un edificio de Sangonera la Seca, en Murcia, tras sufrir un desvanecimiento durante el vuelo. El suceso sobresaltó a los usuarios de los locales del edificio, quienes escucharon un fuerte golpe instantes antes de ver al militar colgado de una antena.
El hecho tuvo lugar en torno a las 13.00 horas del medio día. Los vecinos de la localidad murciana nunca olvidarán el susto que se llevaron en el momento en que el paracaidista, de unos 50 años, cayó sobre el edificio y quedó suspendido en el aire, en el hueco entre dos inmuebles.
María Jesús González, dueña de un estanco, señaló que «fue un milagro» y que «este pobre hombre ha vuelto a nacer». Según militares desplazados a la zona, su compañero pudo haber sufrido un desmayo en el descenso, lo que le hizo perder el control del paracaídas. Al parecer, algunos vecinos le vieron descender con los brazos caídos y la cabeza ladeada.
Posteriormente, el militar recuperó la conciencia y reconoció no recordar lo ocurrido. Gracias a la cercanía del lugar con la base aérea, un equipo médico de la propia base pudo hacerse cargo del incidente antes de que llegara la ambulancia del 112.
María Jesús González contó que una decena de militares y algunos vecinos se movilizaron «en un minuto» para descolgar de la antena al paracaidista, que tenía alguna cuerda enredada en el cuello. El hombre resultó herido leve en el rostro a causa de la caída.
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