Dos perros de raza Dogo de Burdeos acabaron con la vida de su dueña, una mujer de 57 años, y la hija de esta, de 41, este miércoles en una vivienda de la localidad madrileña de Colmenar de Oreja. Los animales se encuentran actualmente en un centro de acogida a fin de que los veterinarios examinen su estado y su origen.
En la finca donde ha tenido lugar el incidente convivían seis perros. Se conoce que los canes implicados tienen unos tres años de edad y son un cruce con otra raza que aún está por determinar. De los otros cuatro, dos de ellos son de raza american stanford, aunque las autoridades creen que no participaron en el ataque. No obstante, todos ellos están en cuarentena.
Aunque en la entrada de la vivienda estaba colgado el típico letrero de «cuidado con el perro», nunca antes los animales habían tenido comportamientos agresivos.
La Guardia Civil aún continúa investigando los hechos. Al parecer, los maridos de ambas, que son hermanos, encontraron a las mujeres en el patio con diversas mordeduras de perro. Las primeras pesquisas apuntan a que la dueña de los canes, cuyo cadáver presentaba mordeduras por casi todo el cuerpo, fue atacada primero.
La hija, al no recibir respuesta a sus insistentes llamadas, decidió personarse en la vivienda. Allí recibió un mordisco en la yugular que resultó mortal. Ambas murieron desangradas.
Debido al gran número de mordiscos de los cuerpos, será posible realizar un análisis de AND canino que determinará qué perro o perros intervinieron en las dos muertes. Los familiares, que también tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias, no han entregado aún la documentación obligatoria de pertenencia de animales y, en este caso, la licencia de núcleo zoológico.