A pesar de las advertencias, un turista estadounidense insistió en acceder a la remota isla de Sentinel del Norte, en el archipiélago de Andamán, con la intención de conocer a los aborígenes y orar con ellos. No pudo cumplir sus deseos, ya que fue asesinado por los pobladores de la isla.
La última vez que fue visto, el turista estaba intentando llegar a esta isla acompañado por un grupo de pescadores locales. Fueron ellos quienes alertaron a «un amigo local» del fallecido, que a su vez advirtió a las autoridades.
La policía desconoce de forma precisa cómo se produjo la muerte, pero la investigación ha determinado que fue asesinado por los aborígenes de la isla, quienes no permiten el contacto exterior de ninguna clase. Otras fuentes afirman que la víctima perdió la vida poco después de tocar tierra tras ser disparado con flechas.
El Gobierno de la India prohibió la entrada a la isla a partir del año 1997 después de que la tribu Jawara, que habitaba unas islas cercanas, casi se extinguiera a causa del turismo. Las autoridades han alertado en varias ocasiones de que no actuarían ante el asesinato de aquellos que se saltasen la norma.
No obstante, el contacto no ha estado siempre restringido por la India. Los habitantes de Sentinel dejaron claro que no lo deseaban atacando sistemáticamente a todo aquel que se acercaba a sus playas.
