Ecologistas en Acción se ha sumado al Día Sin Compras, una jornada de huelga simbólica de consumidores que se organiza a nivel internacional en contraposición al Black Friday y el Ciber Monday.
En este día de huelga de consumo, además de denunciar los impactos sociales y ambientales del consumismo, la organización ecologista ha señalado al consumo compulsivo como «un factor de infelicidad humana» y ha invitado a construir «alternativas de consumo transformador que nos pueden ayudar a transformar la sociedad hacia un futuro más justo y sostenible. El bienestar tiene más que ver con nuestras relaciones sociales y con recuperar valores como la solidaridad y la cooperación, que con los efímeros momentos de satisfacción que ofrece el consumo», indica.
El Día sin Compras como alternativa al Black Friday Desde hace veinticinco años, se celebra a nivel internacional el Día sin Compras. Este día, coincidiendo con el Viernes Negro –y prolongado en el Ciber Monday de rebajas en la compra por Internet- «cuestiona el actual modelo de producción y consumo que mercantiliza todas las esferas de nuestra vida».
El Viernes Negro se trata de una de las jornadas más consumistas en Estados Unidos y coincide con el día posterior al Día de Acción de Gracias, fecha en la que se lanzan ofertas para incentivar las compras y disparar la campaña navideña. En los últimos años, las cadenas comerciales españolas se han sumado a las promociones especiales, acompañadas de grandes campañas publicitarias.
Ecologistas en Acción recuerda que esta publicidad, a lo largo del año, «no hace sino crearnos falsas necesidades que nos hacen acumular objetos y experiencias de manera compulsiva, pero que a medio y largo plazo no nos aportan bienestar».
Asimismo, el Día sin Compras critica un modelo de producción y consumo a la medida de las grandes empresas y de sus objetivos de maximizar beneficios. «Un modelo en el que la mayor parte de los productos se fabrican en lugares cuyas personas no podrán disfrutar de ellos, y que trabajan en condiciones de semiesclavitud. Miles de kilómetros de injusticia social con grandes impactos medioambientales llegan en forma de oferta en el Viernes Negro», señalan.
Frente a este esquema, Ecologistas en Acción propone un cambio de modelo, «basado en un consumo transformador y responsable con la sostenibilidad socioambiental y el reparto equitativo de la riqueza. Un modelo que también priorice la construcción colectiva, las relaciones comunitarias, la solidaridad y el apoyo mutuo».
Algunos ejemplos para llevarlo a cabo son los grupos de consumo, huertos colectivos, supermercados cooperativos y otras propuestas de la economía social y solidaria, «que contribuyen a cultivar satisfacciones a medio y largo y plazo, así como a fortalecer relaciones y lazos comunitarios en nuestro entorno».