La demanda interpuesta por el escultor Ignacio Palau contra Miguel Bosé ha sido admitida a trámite. En un comunicado, el despacho de abogados del valenciano ha recordado que la demanda fue presentada «en defensa de los derechos e intereses de sus hijos».
Según el comunicado, Ignacio Palau pide «acciones de filiación paterna no matrimonial con fundamento en la posesión de estado», así como una «acción acumulada para el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales».
Asimismo, se exige una «acción subsidiaria para el reconocimiento y fijación de un derecho de relación de allegados» y «medidas cautelares para el establecimiento urgente de visitas y alimentos». Se ha iniciado la reclamación en el orden social con el fin de obtener «el reconocimiento y la determinación» de los derechos que le correspondan al escultor a causa de su contratación en «sociedades participadas y administradas» por Miguel Bosé.
«Tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con Miguel Bosé Dominguín durante más de veintiséis años», la demanda fue interpuesta el pasado mes de octubre tras «fracasar las negociaciones previas».
Bosé reside desde hace poco en México, donde se mudó con dos de sus cuatro hijos tras vivir cuatro años en Panamá. En una reciente entrevista, confirmó que lo hizo por razones «de familia y trabajo». «Cerré todo lo que tenía en Madrid y me mudé al continente americano; aquí me paso nueve meses al año, mis hijos ahora me necesitan y por esa razón estoy aquí», aseguró en su día.