‘¡Ven aquí niña!’ «No somos objetos sexuales»

Hablamos con Berta de Andrés, la fisioterapeuta que inició el movimiento #MeTooFisio en nuestro país, y con José Luis Morencia, presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Castilla y León
Viñeta con cuatro situaciones que viven las fisioterapeutas. @Fisioterricola

 

[dropcap]B[/dropcap]erta de Andrés, fisioterapeuta que trabaja en Sevilla y que nació en Segovia, es la impulsora del movimiento #MeTooFisio en nuestro país. La idea surgió cuando una compañera gallega, Bibiana, realizó una viñeta con cuatro situaciones que sufren las fisioterapeutas casi a diario.

Los dibujos reflejan cuatro circunstancias que viven las fisioterapeutas, como: que les den un masaje con final feliz; que demuestren sus habilidades dándole un masaje a su futuro jefe, menospreciando su profesionalidad o tocándole el culo. «Son situaciones que están tan normalizadas, que las aguantas. Pero, a raíz de la publicación de las viñetas, otras compañeras comenzaron a contar sus experiencias y pensé que había que ponerlo en conocimiento de todo el mundo, así nació el #MeTooFisio», explica Berta de Andrés.

De Andrés explica que todas las vicisitudes que han ido contando sus compañeras, «pasan». Como: ‘Me perseguía por la habitación para que le hiciera un final feliz’; ‘Tú un día me la vas a comer -en alusión al miembro genital-‘,…

Queremos saber si los compañeros apoyan la iniciativa y nos dice que sí, «muchos. Pero, hay otros que no entienden porque nos ofendemos tanto por un piropo. «No somos objetos sexuales. No podemos normalizar frases como: ‘¡Qué tal guapa!’ o ‘ven aquí, niña’. Nosotras somos profesionales y estamos realizando un trabajo. Lo malo es que las mujeres lo perdonamos y ellos lo ven como un halago y deberíamos estar agradecidas».

Berta de Andrés explica que no solo son los pacientes los que se adentran en terrenos personas, sobrepasando el ámbito profesional, también los tutores o contratadores que se aprovechan de las alumnas, pidiéndoles que para demostrar si son aptas para el trabajo, deben demostrárselo primero dándoles un masaje a ellos. «Y no siempre se lo piden a los fisioterapeutas».

Especialmente delicada es la situación que viven fisioterapeutas que realizan su trabajo a domicilio o que están solas en una clínica, desde el punto de vista de Berta de Andrés, «son unas valientes. Se supone que es de día y que va a tratarse un dolor, pero…».

De Andrés lanza un llamamiento más generalizado. «Nos pasa a nosotras, pero también a otras profesiones, donde está muy cosificada a la mujer y sale la connotación sexual. Podríamos preguntarle a las enfermeras, maestras,… donde la profesión está ‘sexualizada’ como mito, más que erótico, pornográfico«.

¿Cómo se podría erradicar este problema?
Con educación. Ellos siempre se han comportado de la misma manera y ellas han aguantado. Por poner un ejemplo. Dos ancianos con demencia, un hombre y una mujer. El hombre intenta tocarte el culo, un pecho,… la mujer no haría eso. ¿Por qué? Porque él lo ha podido hacer y se lo han consentido toda la vida. Para la mujer, es impensable.

¿Qué se hace en esos casos?
Cuando existe un deterioro cognitivo, hay que reconducirlo. No se debe de normalizar, ni consentírselo.
Hablando de consentir.

En muchos casos, ¿hay cómplices de abusos entre los propios compañeros?
Sí. No podemos consentir que haya observadores y que no digan que esas mujeres están sufriendo abusos. Son cómplices silenciosos. Me da los mismo que sea paciente o compañero o jefe hay que pararles los pies y denunciar el abuso de poder que hay del hombre a la mujer.

Nosotros somos profesionales sanitarios

Nos ponemos en contacto con José Luis Morencia, presidente del colegio oficial de Fisioterapeutas de Castilla y León, para conocer sí están llegando denuncias por parte de las colegiadas. «Desde el punto de vista oficial no hemos recibido ninguna queja de abuso vinculado con el ámbito sexual, pero sí ha existido discriminación por ser una fisioterapeuta mujer. A una profesional le denegaron las prácticas en un club de fútbol, porque figuraba así en los estatutos. Nosotros somos profesionales sanitarios, no hombres y mujeres».

No obstante, desde el colegio, y viendo que cuando preguntan a las compañeras, quién más quién menos ha tenido situaciones lamentables, han comenzado a trabajar y van a firmar un convenio con la Asociación de Víctimas de Agresión Sexual y Maltrato para que si detectan situaciones de este tipo, «tengamos una asistencia más vinculada a delitos de agresiones», puntualiza Morencia.

Morencia es partidario de que afloren los casos. «Si el movimiento #MeTooFisio sirve para que se tome conciencia de los hechos, bienvenido sea. No podemos consentir las faltas de respeto, ni las situaciones sutiles o menores».

El presidente del colegio de fisioterapeutas de Castilla y León concluye señalando que su código deontológico les prohíbe tener relaciones con los pacientes. «La deontología del paciente debería ser igual».

Viñeta con cuatro situaciones que viven las fisioterapeutas. @Fisioterricola

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