El Comité Español de Historia del Arte acusa al presentador Christian Gálvez de «intrusismo profesional» por su papel como comisario en la exposición ‘Leonardo da Vinci: los rostros del genio’, inaugurada hace unos días en Madrid.
La junta directiva del CEHA ha señalado a través de un comunicado que, «apoyándose en una popularidad televisiva y en sus conocimientos sobre la figura de Leonardo traducidos en obras de ficción con a veces dudosas bases histórico-documentales», Christian Gálvez se haya situado como «referente sociológico sin ningún aval de carácter científico».
La asociación ha subrayado «la importante formación y cualificación profesional de los graduados, licenciados y doctores en Historia del Arte, que es necesario reconocer y defender en unos tiempos en que desde los medios de comunicación parece tener más importancia la popularidad que la preparación».
Además, han denunciado que, en complicidad con diversas fundaciones, empresas e instituciones y «sus lógicos intereses comerciales y de imagen», se haya diseñado «una imagen de gran exposición que no se corresponde con la realidad».
La idea de este comunicado surgió a raíz de una queja del profesor Benito Navarrete y «a las muestras de inquietud transmitidas por otros socios sobre el mismo tema».
La exposición ha sido organizada para la conmemoración del quinto centenario de la muerte del artista, que tendrá lugar el próximo año, y abrió sus puertas el pasado 29 de noviembre en el Palacio de las Alhajas y la Biblioteca Nacional. Contiene los dos únicos textos de Leonardo da Vinci que se conservan en España.
La junta del CEHA, no obstante, ha indicado que la parte autoral de Gálvez tiene carácter divulgativo y que la única obra de arte que contiene es la Tavola Lucana, cuya autoría está en discusión.
«Creemos que se han buscado unos malos compañeros de viaje, los cuales han diluido el trabajo que se viene haciendo con todo rigor en la Biblioteca Nacional y han convertido este supuesto proyecto cultural, cuyo objetivo es valorar a Leonardo en su quinto centenario, en un efímero castillo de fuegos artificiales», han sostenido, «no es esta la exposición que debiera quedar como gran actividad en el año de Leonardo».