El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considera que habría que debatir si los partidos independentistas se deberían seguir «beneficiando de la Constitución aunque abiertamente sólo quieren socavarla».
García-Page ha señalado que existen dos modelos sobre los que España se tiene que aclarar. Además, ha apuntado que hay un antecedente: el momento en que España ilegalizó los partidos que amparaban la violencia en el País Vasco.
«Seguramente queda mucho tiempo hasta que nos podamos plantear en España con consenso y mucha unanimidad que no entren en el juego político y no puedan beneficiarse de las reglas constitucionales aquellos que abiertamente solo quieren socavarlas, no descartaría que ese sea el proceso final», ha manifestado.
El presidente manchego ha indicado que otros países europeos ya tienen prohibidos a los partidos independentistas, mientras que la Constitución Española permite todo tipo de opiniones, algo que ha dado buen resultado los últimos cuarenta años.
«No es del todo imposible que acabe pasando en España si las cosas van a un punto en el que nos vamos a tener que acostumbrar por generaciones a convivir con un grupo de depredadores políticos, como está pasando en Cataluña», ha insistido.
Para él, es intolerable que «las instituciones constitucionales y la Generalitat, que también me pertenece a mí como español, utilicen la ideología de parte para gestionar y gobernar las instituciones de todos. A partir de eso se produce un quebranto y esa situación no puede permanecer así excesivo tiempo ni cronificarse».
Ante esto, ha apelado hecho una llamada de atención a las otras fuerzas políticas para reconstituir la unidad constitucional porque «el independentismo se empieza a salir con la suya cuando nos divide».
En cuanto a la aplicación del artículo 155, el presidente de Castilla-La Mancha ha apuntado que «para tomar medidas de ruptura constitucional tiene que haber motivos de ruptura constitucional, no de inflamación política ni de retórica ni de testosterona política».
Para él sería mejor no aplicarlo y «no jugar con él con perspectiva electoral», puesto que «debe ser una respuesta ante un quebranto constitucional y jurídico, no a una algarada o una manifestación y tres declaraciones». En este sentido, ha recordado que cuando se aplicó el 155 «fue porque hubo una declaración de independencia formal y hubo una contravención constitucional jurídicamente demostrable».
El presidente de Aragón, Javier Lambán, coincide con este punto de vista. Este jueves ha asegurado que no es descartable la ilegalización de fuerzas independentistas en Cataluña. «La democracia tiene derecho a defenderse de sus enemigos», ha destacado, «no hay que descartar nada, aunque es obvio que hay leyes que regulan lo que tienen que ver con los partidos, alguna vez se han aplicado en el País Vasco y en un momento determinado se puede aplicar en Cataluña».