El diputado provincial socialista Manuel Ambrosio Sánchez ha calificado como «nefasta o nula» la gestión que el equipo de gobierno del PP encabezado por Javier Iglesias está llevando a cabo sobre el proyecto de apertura al turismo como vía verde de la línea férrea entre La Fregeneda y Barca D’Alba.
El PSOE denuncia que este proyecto «apenas existe, lleva años de retraso, no está en condiciones aceptables para su uso y utilización y, lo que es peor, no reúne las condiciones mínimas de seguridad».
Y todo ello a pesar de que la Diputación de Salamanca ha anunciado su apertura para la próxima primavera.
A las obras para la rehabilitación y puesta en servicio al turismo de esta vía férrea o infraestructura se han destinado cerca de un millón de euros en dos fases, «que a fecha de hoy no tienen una visualización visible o que permitan de forma segura, accesible y factible su apertura a los turistas».
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Afirma que «no existen o no se han ejecutado las obras complementarias en materia de señalización y seguridad para los viandantes. A pesar de esto, sí se ha aprobado, deprisa y corriendo, un reglamento de uso y funcionamiento de este camino de hierro cuando la mayoría de la obra está por hacer».
Un reglamento de uso que, según los socialistas, es «inservible porque plagia el manual del Caminito del Rey en Málaga hasta tal punto que contempla cosas, servicios y cuestiones que en la infraestructura salmantina no existen».
Tampoco está redactado el pliego para la licitación de la gestión y mantenimiento de la línea férrea o vía verde lo que ha supuesto que las obras ya realizadas sobre ella se encuentren «abandonadas, deterioradas y en una situación lamentable por tanto, despilfarro de dinero público».
El punto inicial de esta ruta se encuentra en la estación de trenes de La Fregeneda, una instalación que hoy «está absolutamente derruida y abandonada y a donde llegar hasta ella es una odisea casi imposible por la falta de señalización y por tener un acceso, un camino de cabras, prácticamente intransitable y hasta peligroso tanto para los vehículos como para los viandantes».
En este comienzo de la ruta, además, no hay ni un solo inmueble para recibir a los visitantes o donde prestar el más mínimo servicio público como aseos, avituallamiento o lugar de estacionamiento para vehículos.
Por tanto, considera que «se está vendiendo un proyecto de infraestructura turística que no existe y que tiene visos de ser algo inacabado y, por tanto, un auténtico desastre además de peligroso puesto que no se ha previsto la forma de evacuación de los usuarios en caso de accidente, lesión o fatiga».