Los estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, donde se graduó la joven Laura Luelmo, asesinada en Campillo, han querido rendir un homenaje a su compañera en un multitudinario acto realizado en la Plaza Mayor. En su manifiesto, han querido recordarla con su habitual sonrisa y han pedido respeto para todas las mujeres.
Laura Luelmo, natural de Zamora, vino a la ciudad de Salamanca a estudiar Bellas Artes, su sueño. Posteriormente, decidió que quería dedicarse a dar clases de dibujo a estudiantes de secundaria y puso todo su empeño en sacar una plaza de docente en la comunidad de Andalucía.
Hacía pocas semanas que le habían asignado su primer destino para hacer una sustitución cuando un vecino del pueblo decidió quitarle la vida a sus 26 años. Apenas tuvo tiempo de conocer a los que iban a ser los primeros alumnos de su carrera. Desde que se ha encontrado su cuerpo esta semana, miles de personas lloran su pérdida, especialmente en su pueblo natal y su ciudad de acogida.
Desde la Facultad de Bellas Artes de la Usal han organizado este miércoles una performance artística en la que han participado 100 mujeres que caían en efecto dominó, una a una. La última de ellas era Eva, una de las amigas de Laura Luelmo.
«Hoy soy yo la que lloro por la pérdida de una amiga, de una compañera. Pero, antes que yo, han llorado otros». Así ha comenzado el manifiesto leído por sus compañeros de Bellas Artes. En el texto, han hecho referencia a las cifras de mujeres fallecidas que aparecen casi cada día en los medios de comunicación, pero han señalado la importancia de ponerles cara.
Laura Luelmo es ahora uno de esos números. «¿Qué puedo hacer para que nadie olvide el nombre de Laura?», se preguntan. «¿Cómo hago ahora para que cientos de recuerdos no se pierdan? En el manual de ser amigos no te enseñan estas cosas, y no te enseñan a clasificar recuerdos para que no se escape nada», lamentan, «¿cómo puedo volver atrás y decirme a mí misma ‘mírala otra vez’ y recuerda así, riéndose, con esa maravillosa sonrisa?».
«Hoy solo podemos ser tu símbolo. El tuyo y el de las 96 mujeres más que, por desgracia, también alguien decidió que su vida, su hermosa presencia y su figura esculpida del material más delicado que existe les pertenecía. Desde aquí, tus compañeros te mandan un saludo desde el marco que un día fue tu casa», han manifestado.
Por último, añadieron que «ojalá cada hombre nos mirase hoy sin pena, simplemente con respeto. Un respeto que merecemos por el simple hecho de ser personas. Personas en mayúsculas y subrayado».
«Ha sido un golpe para todas«, ha afirmado Marina Lanza, una de las estudiantes, aunque ha subrayado especialmente la tristeza de Eva, que era muy amiga de la fallecida.
La violencia machista «la sufrimos todas», ha indicado, «no son casos aislados». No obstante, ha querido recalcar que «esto no es de género. Hablamos de monstruos y ya está. No queremos culpar a nadie porque nadie de los que estamos aquí somos culpables». «Hay que dejar claro que los hombres no son nuestros enemigos», ha añadido, «piensan igual que nosotras y luchan por lo mismo».