Kiko Hernández, colaborador fijo de Sálvame, acaba de vivir un episodio muy desagradable e inquietante.
«El lunes pasado entraron a robar en una de mis casas. Me desvalijaron y se llevaron cámaras de vídeo y cintas mías con grabaciones de audio y vídeo, fotografías, absolutamente de todo. Lo digo porque si algo llega a los medios de comunicación, que sepan que esos documentos son fruto de un robo», declaró en Sálvame.
Los ladrones aprovecharon que ni él ni sus dos hijas pequeñas se encontraban en casa en el momento del robo.
Mientras la Policía realiza sus pesquisas, Kiko Hernández ha pedido ayuda a la audiencia por si alguien supiese algo que les ayudara a encontrar a los culpables.
Ya tenemos otro culebrón autofabricado por los colaboradores de Sálvame, que retroalimentan el programa con sus cuitas a falta de mejores contenidos.