[dropcap]L[/dropcap]as dos y sereno”; “Traigo la mejor leche y la más fresca”; “¿Quiere un cigarro?”; “¿Me podría pasar estas letras a máquina?” o “¿Dónde va usted?
Todas estas frases se asociaban a un oficio que en las últimas décadas ha desaparecido. No hay serenos, ni lecheros, ni cigarreras o mecanógrafas, como también han desparecido los ascensoritas.
Son oficios que han dejado de tener su razón de ser, al menos en esta parte del mundo. Los ascensoristas, excepto en algunos hoteles de lujo y algunas torres de oficinas, no existen. Como tampoco hay mecanógrafas al uso, es decir, con máquina de escribir.
¡Qué decir de los lecheros! Si existieran, los funcionarios del Ministerio de Sanidad andarían corriendo tras ellos. Lo mismo que irían tras las cigarreras.
Lo mismo los serenos. La figura más parecida que tenemos hoy en día, salvando las distancias, serían las patrullas de la Policía Local o Nacional.
Son oficios que han desaparecido, que no cotizan en la Seguridad Social, pero si tienen nostalgia, el cine siempre estará para que los recuerdes.
Billy Wilder en ‘El Apartamento’ nos enseña las máquinas de escribir y la ascensorista.
https://youtu.be/jHSBmy8ZXrs