Enero es tiempo de propósitos. Cada nuevo año trae consigo la posibilidad de empezar una nueva vida y mejorar nuestros hábitos. Es por ello que miles de personas se marcan el objetivo de empezar un ritmo de vida más saludable que les ayude a dejar atrás los días de excesos y el sedentarismo. En muchos casos, esa meta pasa por inscribirse en el gimnasio más cercano.
Evidentemente, los gimnasios lo notan, así como sus usuarios. En una ciudad como Salamanca, donde los habituales del centro de fitness están acostumbrados a encontrarse siempre con las mismas personas, ese aumento de la actividad es notable. Tras la vuelta de las vacaciones navideñas y en torno a mediados de enero, comienzan las altas.
Mientras unos buscan desesperadamente adelgazar y bajar de peso, debido quizá a esa conciencia que les ha visto comer en demasía en los últimos días, otros buscan mejorar su estado de salud. «Más que un objetivo claro, la gente ya se apunta por tema de salud», afirma Alejandro Rebollo del gimnasio Fitness19, «descansar mejor, sentirse bien por hacer algo de deporte…». El entrenador insiste en que el deporte es sinónimo de calidad de vida: «al final, lo que no gastas en un gimnasio, lo gastas en un fisioterapeuta».
Las personas que suelen apuntarse para cumplir un propósito no suelen ser constantes en la rutina deportiva. La entrenadora Begoña Moro, del gimnasio Sport Well, sostiene que la media de asistencia al centro de fitness está en torno a los tres meses, ya que «no son gente aficionada al deporte, no se motivan».
Alejandro Rebollo apunta más a la atención que reciben. «Hay un perfil muy alto de gente que viene por cumplir y por sentirse a gusto consigo mismo», explica, «lo que hay que hacer es darles una atención personalizada para que duren más». «Si van logrando su objetivo sí se mantienen. Lo que hay que hacer es estar pendientes de esas personas para que los sigan logrando», añade.
No obstante, puntualiza, «el hecho de adelgazar no se consigue solamente haciendo ejercicio, eso es un mito». «Adelgazar se consigue, sobre todo, en la cocina», insiste, gracias a unos buenos hábitos alimentarios, de descanso y de hidratación. El ejercicio es tan solo complementario.
Desde Sport Well, señalan que lo más común es hacer una tabla personalizada que incluya ejercicios de cardio combinados con musculación. La entrenadora apunta que la rutina suele ser de tres días por semana, aunque «no hay un patrón establecido». Eso sí, «sin constancia no se logra el objetivo», subraya.
Está claro que cada persona es diferente y, por tanto, tiene unas necesidades físicas particulares. Sin embargo, desde Fitness19 señalan que, «para una persona en estado físico normal, vienen muy bien los entrenamientos de alta intensidad«, también conocidos como HIIT (High Intensity Interval Training).
Desde el punto de vista del entrenador, uno de los peores errores que puede cometer una persona al iniciarse en el mundo fitness es «no dejarse aconsejar por profesionales, confiar en los tutoriales o vídeos de Internet o en algún artículo leído».
Aunque proponerse cambiar de estilo de vida parece fácil, todo objetivo requiere esfuerzo. En este caso, solo se puede lograr con una combinación de ejercicio y alimentación que no se abandone a la primera de cambio. Hay que recordar que para llegar a la meta hace falta constancia y que los cambios visibles no se van a percibir hasta meses más tarde de comenzar. Teniendo eso claro, el camino se hace mucho más llevadero de lo a priori parece.