El Gobierno coincide con el organismo que fiscaliza las finanzas del Estado en aumentar en un año la edad de jubilación.
En la actualidad la edad media de jubilación es a los 62,4 años y está muy por debajo de la edad legal, que de momento es a los 65,5 años y llegará a los 67, tal y como estableció la reforma del Gobierno socialista en 2011.
El Gobierno considera que el aumento de la edad de jubilación debe ir acompañada de incentivos a la continuidad en el mercado de trabajo -como existen en Francia-, de fórmulas como la mochila austriaca y de la introducción de marcos flexibles entre actividad y jubilación. «Que una persona pueda cobrar jubilación a tiempo parcial y seguir manteniendo también un salario con horas recortadas», dice.