La Autopista AP-1 entre Burgos y Armiñón registró una Intensidad Media Diaria (IMD) de 26.516 vehículos durante el pasado mes de diciembre, el primero después de que finalizara su concesión y desde que el Ministerio de Fomento dejara de cobrar el peaje, lo que supuso una subida de su tráfico del 40,3 %.
ICAL. Según las estadísticas del Ministerio de Fomento, la subida fue aún más destacable en el tráfico de camiones, puesto que alcanzó una IMD de 6.400 vehículos, el doble que en diciembre de 2017.
El periodo concesional de esta Autopista de 84 kilómetros de longitud finalizó el pasado 30 de noviembre, fecha en que las gestiones de esta infraestructura pasaron a manos de la Administración.
El ministro Ábalos tiene previsto levantar los peajes a medida que venzan las concesiones por lo que, si sigue en el Gobierno, va a llevar a cabo este mismo proceso en la AP-7 Tarragona-Alicante y en la AP-4 Sevilla-Cádiz a partir del 31 de diciembre de este año.
La concesión para la construcción, conservación y explotación de la AP-1 fue adjudicada en 1974. Después de sucesivas prórrogas, su concesión acabó 44 años después, durante los que los usuarios se vieron obligados al pago de un peaje por la utilización de la misma.
Con la finalización del periodo concesional, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto por el que traspasó a la Comunidad Autónoma del País Vasco la titularidad de la Autopista en sus últimos seis kilómetros.