La Policía Nacional descubrió este jueves una mujer descuartizada en el congelador de una vivienda en Alcalá de Henares.
La víctima es una mujer rusa de 22 años, que vivía junto a su pareja en una habitación alquilada en la misma vivienda en la que reside el propietario del inmueble en la localidad madrileña.
Él es un camarero «solitario, pero sociable» de 42 años y natural de Jaén, que llegó a comentar en el bar que solía frecuentar en el barrio que «lo habíamos dejado» y que su novia se había ido a Madrid.
Y es que llevaban meses sin verla por allí. Ahora se sabe que la mató, la descuartizó y la escondió en un congelador que tenían en su habitación, sin que el casero y compañero de piso lo supiera (o eso dijo el propietario de la vivienda).
Los hechos podían haber ocurrido hace meses, porque la madre adoptiva de la víctima asegura que no tenía contacto con ella desde 2017 hasta que decidió denunciar su desaparición en diciembre de 2018.
La Policía ha detenido a la expareja de la chica muerta y descuartizada.